18 años

Hoy, en un sábado de hace 18 años conocí en un tren a mi pequeña compañera. Generalmente celebramos más esta fecha que la de nuestra propia boda. El sábado fuimos a WD-50, uno de los restaurantes con mejor comida creativa que he visto hasta la fecha. La comida era exquisita e imaginativa, nunca me pude imaginar que unas chuletas de cordero pudieran armonizar con una ligerísima salsa de plátano. Lo peor, la carta de vinos, muy desmesurada en precio.

Huele a quemado

El otro día olía a quemado en nuestro apartamento. La primera reacción de RM fue echármelo en cara: “Has quemado la basura por tirar tu puro aún incandescente.”
Después de observar que no era nuestra basura registramos el apartamento. Tras ver que nada hacia sospechar que viniera de nuestra casa abrimos la puerta y me encuentro con una vecina que desde su puerta hacia exactamente lo mismo que nosotros.
Ella dijo:
- “Huele a quemado ¿no?”
- “Pues si” dije yo. “Deberíamos de llamar a seguridad, ¿no?”.
No me dio tiempo a terminar la pregunta cuando la vecina ya había cerrado la puerta.
Al segundo otra vecina abre su puerta.
- “Qué coincidencia, ¿tu también hueles a barbacoa?”. Dijo la Segunda vecina.
- “Bueno yo más que a barbacoa huelo como si algo se estuviera quemando.”
Y otra vez mi misma pregunta.
“¿Deberíamos llamar a seguridad? ”
Su contestación fue mas cortes que la anterior,
“I don’t think so. Somebody must barbacueing something”
Supongo que este es la manera que tienen los Neoyorkinos de reaccionar ante estas situaciones. Mientras el problema no sea de su responsabilidad, no hay tal problema.

Compromiso y palabra

Me voy dando cuenta de que aquí las cosas son diferentes, que si has cerrado compromisos con personas que no quedaron registrados de alguna manera al final pase aquello de “donde tu dices digo yo digo diego”. Aquí la palabra y el compromiso oral son papel mojado a no ser que quede registrado en alguna grabación o que haya testigos de por medio. En España una simple conversación donde se decidan acciones a tomar o compromisos es suficiente para que se deba proceder, es decir la palabra tiene bastante valor a no ser que el compromiso tenga tal envergadura que requiera de un contrato. Por pequeño que sea este si una persona no cumple enseguida se nos queda identificado como no es serio, o es una persona sin palabra, a no ser que medien buenas excusas. En general nos espanta faltar a nuestra palabra, se nos caería la cara de vergüenza de alcanzar un compromiso, ser conscientes del mismo y a la hora de realizarlo decir que no porque no nos conviene y que se pueda hacer porque no hay forma de demostrarlo; aquí sin embargo pasa por ser habitual. A veces lo achacaba a individualidades pero son tantos lo casos que empiezo a pensar que es algo idiosincrásico de esta sociedad.

Mi sexto sentido

La verdad es que no paso de ser un simple usuario. No entiendo del todo lo que pasa dentro de esta asombrosa máquina pero un repaso a mi relación con los ordenadores me hace ver lo enormemente indispensables que se han vuelto en mi vida cotidiana. Lo defino como mi sexto sentido. Mi primera máquina fue el Spectrum de 64 kb que sólo me sirvió para jugar y hacer algunos pequeños programitas en basic, logos y fortram. Allí acabo mi relación con la programación. Mi siguiente máquina fue un Invest comprado al Corte Inglés. Allá, por finales de los 80 hubo un tímido acercamiento hacia el mundo de las BBSs e hice las primeras compras telemáticas al supermercado del mismo lugar de donde adquirí el ordenador pero los juegos seguían siendo la utilidad principal. La siguiente máquina ya entrado en los 90 me abrió camino al Windows y al mundo del software en general. Sé que los entendidos critican a Windows por sus debilidades pero a muchos usuarios nos ha dado ojos dentro del ordenador. Ya podía escribir mis cartas en procesadores de texto y llevar mis primeras hojas de cálculo. Con los siguientes llegaron Internet y la apoteosis mediática digital. En todos mis ordenadores anteriores tuve un denominador común y fue la de ir sobrado de disco duro. Mi último ordenador tiene 1.143.603 veces la capacidad del primero en memoria y por primera vez he tenido que comprar un disco duro. Y asombroso, mis discos duros no tienen un solo juego.

Series de TV

Lo reconozco, puedo llegar a ser un gran apasionado de una serie de televisión si esta me consigue enganchar. En mi época de estudiante me podía enganchar con facilidad a casi cualquier cosa. Me ayudaba a mantener una rutina y a tener ciertos alicientes a la hora de afrontar los libros, y mis descansos estaban sincronizados con el de la serie de turno. En los últimos años la cosa ha cambiado por la ausencia de tiempo libre. Creo que la mejor serie de TV que he visto es posiblemente The Sopranos. El género cosa-nostra siempre me ha atraído pero en The Sopranos además la psicología, el rol y la actuación de los personajes en sí me parecen excelentes. Aún me faltan dos tramos por ver y ansió ver el final. Sex and the city por el escaparate de la Nueva York actual me gusta pero no es comparable a Soprano. Hay otras series que se me han quedado grabadas con buena percepción. Falcon Crest en los 80s fue un mito, Beverly 90210 ya en la universidad también. Raíces, Hobre rico hombre pobre y Holocausto, fueron series censuradas por los dichosos dos rombos que acabé viendo a altas horas de la madrugada o en video cuando ya era más mayorcito. Los hombres de Harrelson y Starskey y Hutch me recuerdan a mi niñez; en la adolescencia Fama tuvo su huequecito, y hay dos series no norteamericanas que me dejaron huella. Una fue una serie corta de veinte minutos mexicana de principio de los 90s que se llamaba Yo compro esa mujer y una serie alemana que se llamaba Diese Drombuschs. Sorprendentemente acabo de descubrir por internet que esta última se desarrollaba en Darmstadt, ex-lugar de residencia de un notable lector de este blog.

Segunda vivienda

La renta per capita de los Estadounidenses esta cercana a los 39,000 $. La de los españoles debe de andar por lo 25,000 $. ¿Porque las familias españolas pueden permitirse el lujo de tener ratios de segunda vivienda superiores a las familias americanas siendo estas sustancialmente más ricas? Creo que la contestación radica en dos pilares. Por un lado la propensión al consumo es menor en los españoles que en los americanos y la propensión a la inversión es sin embargo mayor. Pero el factor más importante a mi juicio es la casi ausencia de impuestos sobre la propiedad en España. En Estados Unidos estos impuestos son francamente altos pueden llegar hasta el casi 3% anual sobre un bien cuyo valor taxativo fluctúa acorde a la realidad de mercado. Por tanto una vivienda valorada a precios de mercado en medio millón de dólares te puede costar en impuestos la enorme cifra de 15,000 $ anuales. Con estos impuestos los municipios sufragan gastos como colegios, ayuntamientos, policía, infraestructuras,... En España el impuesto es muy pequeño, apenas compensa gastos municipales y como compensación el municipio maneja la esclusa que le otorga el definir un terreno como urbanizable o no y de ahí que se generan las corruptelas inmobiliarias a las que desgraciadamente ya estamos tan acostumbrados. El día que esto acabe, que se acabará, los impuestos sobre la propiedad subirán sustancialmente y con ello el coste de sostener viviendas paralelas. Entonces si que veremos los precios de las viviendas caer en picado porque lo que es indudable es que en España hay exceso de viviendas.

Los carteles de NY

Los carteles de indicación en Nueva York llaman la atención por su expresividad. En 1991 me llamó la atención un cartel a las puertas de las Naciones Unidas que decía: “Don’t even think about parking here”. Ni se te ocurra pensar en aparcar aquí. Frente a nuestro apartamento se ha edificado el Time Warner Building en Columbus Circle y creo que son actualmente las torres mas altas que hay en la zona de mid-town. Las torres han atraído riqueza a la zona y se nota en la cantidad de comercios que están cambiando de manos por la subida de precios. Es usual ver carteles que indican la salida de negocio después de 30 años por incapacidad de asumir el nuevo precio de alquiler y el número de sucursales bancarias que se han establecido alrededor de la zona es llamativo.
En uno de los lados de las torres se puede ver el cartel que se ve en la foto:
No aparques
No te quedes
No te pares
NO BROMEAMOS!

CH

A RM le encantan estas cosas. Tenemos la costumbre de ir al cine los fines de semana por la mañana aprovechando que hay poca gente. Hoy hemos visto Zodiac, una película recomendable de un genero que siempre me ha atraído como es el de suspense. A la salida nos hemos topado caminando con Carolina Herrera y su marido. RM mucho más visual se dio cuenta enseguida. Yo mucho menos observador la vi cuando sentí el codazo que recibí de mi pequeña compañera e inmediatamente me acorde de Itz, conocida por su afición a los bolsos de esta flamante señora.

Ciudad de Panamá

Acabo de regresar de Ciudad de Panamá. Es la segunda vez que voy y creo que es la ciudad iberoamericana de las que he visitado que más me gusta. Sus gentes son amabilísimas y educadas. Da gusto ver como las normas elementales de salutación y educación se mantienen intactas de la marea anglo-urbana que nos rodea. Es uno de los países con mayor crecimiento de América y de una enorme estabilidad una vez que el cara de piña Noriega desapareció del poder. Su modelo económico esta basado en el crecimiento inmobiliario y en una fuente económica creciente como es el acogimiento de jubilados de la parte rica del continente, EEUU y Canadá. Su política de flexibilidad en impuestos, viviendas de primera categoría a precios irrisorios y la creación de enormes y estupendos centros hospitalarios en torno a las zonas residenciales de ancianos están desbancando a la Florida como lugar preferencial para el retiro. Su economía está completamente dolarizada pese a que mantienen el nombre de la moneda oficial. El balboa es un dólar pero mantienen el nombre por algo emotivo. También se está convirtiendo en uno de los principales centros de banca privada, el segundo después de Miami en el continente. Además está en proyecto la creación de una nueva vía en el canal que es una obra de ingeniería portentosa. Da gusto ver como se va transformando de una economía basada en drogas y prostitución para empezar a convertirse en el embrión de una futura Suiza.