La economía internacional y el 2008
Siendo negativo para la economía española lo soy en menor medida con Europa, soy ligeramente pesimista con los Estados Unidos y moderadamente positivo a nivel global.
La economía europea no tiene grandes desequilibrios, es verdad que podría ser un poco más alegre sobre todo por el lado del consumo pero su estabilidad se manifiesta como tal para lo bueno y para lo malo. Países como Alemania que tras la unificación han estado en coma económico durante los últimos años pueden beneficiarse del crecimiento asiático por el grado de tecnificación y competitividad que son sus fortalezas. Alemania y Francia siguen siendo la verdadera columna vertebral europea pese a que España e Italia naufraguen.
La economía de EEUU es muy dinámica y enérgica pero tiene un gravísimo déficit comercial que no les va a permitir la financiación barata de los productos y servicios que demandan del resto del mundo. Esa financiación se encarece por el debilitamiento del dólar y por la contracción del crédito que se está produciendo domésticamente. Hablando en términos sencillos los capitales internacionales ya no miran a los Estados Unidos como el único lugar donde hospedarse. Los gigantes asiáticos tienen hambre y berrean más que nadie. Posiblemente el consumo y la inversión estén fuertemente resentidos y de ahí que la reserva federal este actuando con esa rapidez bajando los tipos de interés. El lado positivo que tienen es que el sector exterior, es decir su balanza comercial que hasta ahora les ha drenado mucha riqueza empiece a sanearse y a darse la vuelta aportando crecimiento.
Mi positivismo está centrado en China y la India porque de America Latina no podremos esperar grandes cambios. La economía mundial tiene un 35% de consumidores centrados en estos dos países. Creo que su desarrollo económico es imparable y en realidad todo lo que está pasando es más producto de un movimiento sísmico de carácter capitalista que cualquier otra cosa. China y la India tienen unas tasas de crecimiento enormes que van a continuar porque empieza a haber sensación de confianza en ellos, de determinación y de motor alternativo al de los Estados Unidos. Por eso ese movimiento sísmico de capitales está haciendo que las estructuras económicas mundiales estén empezando a transformarse para mirar a Asia como la niña bonita y joven que se deja cortejar frente a la vieja Europa y la madurita América.
Mis sectores de inversión preferidos para los próximos años son el energético sobre todo el centrado en energías limpias y renovables, la robótica, la industria biotecnológica y el segmento de salud.
La economía europea no tiene grandes desequilibrios, es verdad que podría ser un poco más alegre sobre todo por el lado del consumo pero su estabilidad se manifiesta como tal para lo bueno y para lo malo. Países como Alemania que tras la unificación han estado en coma económico durante los últimos años pueden beneficiarse del crecimiento asiático por el grado de tecnificación y competitividad que son sus fortalezas. Alemania y Francia siguen siendo la verdadera columna vertebral europea pese a que España e Italia naufraguen.
La economía de EEUU es muy dinámica y enérgica pero tiene un gravísimo déficit comercial que no les va a permitir la financiación barata de los productos y servicios que demandan del resto del mundo. Esa financiación se encarece por el debilitamiento del dólar y por la contracción del crédito que se está produciendo domésticamente. Hablando en términos sencillos los capitales internacionales ya no miran a los Estados Unidos como el único lugar donde hospedarse. Los gigantes asiáticos tienen hambre y berrean más que nadie. Posiblemente el consumo y la inversión estén fuertemente resentidos y de ahí que la reserva federal este actuando con esa rapidez bajando los tipos de interés. El lado positivo que tienen es que el sector exterior, es decir su balanza comercial que hasta ahora les ha drenado mucha riqueza empiece a sanearse y a darse la vuelta aportando crecimiento.
Mi positivismo está centrado en China y la India porque de America Latina no podremos esperar grandes cambios. La economía mundial tiene un 35% de consumidores centrados en estos dos países. Creo que su desarrollo económico es imparable y en realidad todo lo que está pasando es más producto de un movimiento sísmico de carácter capitalista que cualquier otra cosa. China y la India tienen unas tasas de crecimiento enormes que van a continuar porque empieza a haber sensación de confianza en ellos, de determinación y de motor alternativo al de los Estados Unidos. Por eso ese movimiento sísmico de capitales está haciendo que las estructuras económicas mundiales estén empezando a transformarse para mirar a Asia como la niña bonita y joven que se deja cortejar frente a la vieja Europa y la madurita América.
Mis sectores de inversión preferidos para los próximos años son el energético sobre todo el centrado en energías limpias y renovables, la robótica, la industria biotecnológica y el segmento de salud.