Al electorado hispano de los Estados Unidos no le gusta Obama y creo que la razón principal estriba en que es posiblemente el único candidato que se aproxima a un revisionismo de las relaciones con Cuba. Oigo decir a latinos que se declaran demócratas que preferirían votar republicano antes que a Obama. Los lideres políticos hispanos, mayoritariamente cubanos ya que son los que claramente más luchan por superarse, son el segundo mayor lobby que hay en Washington además de ser la fuerza motriz que mantiene el embargo que desde Kennedy vive la isla. Ahora he cambiado mi opinión sobre la utilidad del embargo y creo que es contraproducente para los tiempos que hoy vivimos. Fidel Castro que es un personaje con una extraordinaria personalidad y un líder como pocos los ha habido pero son al mismo tiempo, su revolución y sus métodos, tremendamente detestables. Creo que si hubiese puesto esa inteligencia al servicio del bien podría haber llegado a alcanzar grandes logros para su país, pero se metió en el comunismo de una manera cuasi casual, ni siquiera premeditada y que por conveniencia circunstancial eligió como cueva de la que aún no ha salido. Castro es especialmente canalla con los homosexuales (recomiendo la lectura de
Antes que anochezca de Reinaldo Arenas), lo es con muchos intelectuales y además puso al mundo en un brete con la crisis de los misiles en los sesenta pero tan anclada se ha quedado su revolución como lo es el persistente embargo. No creo que la desaparición de este cambiaría sustancialmente la miseria de los isleños pero podría transformar el país hacia un régimen más aperturista en todos los sentidos y eso los cubanos de Miami no lo quieren ver. Parece que están más motivados por una venganza personal hacia Castro y su revolución que cualquier cosa que se tilde de racional. Y ahí va esta pregunta: ¿Tiene sentido que la Nike este produciendo y vendiendo deportivas en Vietnam y que aún se siga con el aislamiento de la isla?